domingo, octubre 09, 2005

LOS REVUELOS DE LA LEALTAD

Los Revuelos de la Lealtad y Los Secretos de la Historia.

La lealtad es una virtud escasa y apreciada o apreciada por escasa. En la política ser leal es difícil, pues muchas veces ello choca con la voluntad de poder, que es la principal fuerza que impulsa muchos a estar en la política. Aunque debemos reconocer que hay otros que en las arenas políticas se dejan llevar por la ambición de dinero, la venganza, el resentimiento o simplemente el odio. Mientras otros, tal vez más idealistas, están en política por ideas, por vocación de servicio y convicciones profundas.
Nacen a veces partidos políticos en los que la defensa de intereses es más poderosa que las ideas. Y otras veces los partidos de ideas se ven desvirtuados por los grupos que, con el pretexto de ideas muchas veces añejas, sólo defienden espacios de poder o de administración como si fueran los más preciados reductos de la verdad. Hay políticos que confunden – con demasiada frecuencia – los programas con sus intereses y creen que fundar un partido programático es fundar un partido pragmático en el que todo está permitido.
Quienes llevamos algunos años rondando el quehacer público hemos descubierto que en el PPD hay de ambos modelos: los que de verdad creen en los programas y en el servicio prioritario a la causa de la democracia; y lo que son capaces de cualquier cosa – cualquier cosa – con tal e mantenerse ya sea en la prensa, la TV o los cargos. La Concertación ha ido deviniendo en pragmática a partir del predominio de ciertos sectores de los partidos, que están muy claros: la cosa es tener y mantener poder como sea. Aun afectando lealtades básicas. Es delicado lo que se ha visto en la sexta región, no tanto por las ambiciones - pues a ello estamos acostumbrados - ni a la tozudez limitante con la contumacia, sino sobre todo por los procedimientos que los partidarios de los candidatos socialistas y PPD están empleando para obtener el primer lugar en la lista de las elecciones senatoriales. Podría gustarme que los candidatos de alguno de esos partidos apoyen a los candidatos de la DC – como mi amigo Latorre – pero debo confesar que me perturba pues ese apoyo huele a deslealtad.
Cuando Sebastián Piñera le pide a Patricio Aylwin una entrevista para el día 5 de octubre – con claros afanes de sacar partido político electoral de ese hecho – el ex presidente de Chile se la niega, justificando su decisión en que ello podría ser utilizado de mala manera o confundiría a los electores. Otro anciano dirigente demócrata cristiano, que hace tiempo que viene golpeando equivocadamente, acepta la entrevista y se toma fotos, pese al riesgo de que haya votantes de la DC que crean que es un apoyo al candidato derechista, como lo dicen reiteradamente muchos.
Sabiendo donde siembra, el mismo Piñera organiza una cena con dirigentes y candidatos del PPD, Girardi entre ellos - el mismo de confusa actuación en el caso Spiniak y que se hizo popular atacando con singular saña a los funcionarios demócrata cristianos del gobierno y nunca a la derecha -, que se intenta mantener en secreto. Cuando se revela, la explicación es pésima – pago de una apuesta - y uno de ellos, el propio Schaulsohn la desmiente – nadie me ha hablado de apuesta, dice en la prensa – en forma categórica.
¿Hay lealtades comprometidas?
Entonces recuerdo una anécdota absolutamente verdadera de José Miguel Varas en su obra “La Novela de Galvarino y Elena”. En las elecciones de 1963 (otras voces dicen que fue en 1967 y eso es más creíble, aunque habría que confirmarlo) en la comuna de Quinta Normal fueron elegidos tres regidores demócrata cristianos (Leiva, Cisternas y el Doctor Trevisio Girardi), una comunista y un radical. Entre ellos cinco habría que elegir al Alcalde y la Democracia Cristiana habría resuelto que fuera Luis Leiva, por votos, méritos y trayectoria. Pero el doctor Girardi se acercó a la comunista y le propuso un pacto para que él fuera elegido Alcalde, con beneficios para los que apoyaran esta maniobra. Y el acuerdo se consumó, provocando las iras de los DC, hasta el punto que el tribunal de disciplina expulsó de sus filas al doctor Girardi por deslealtad manifiesta.
Muchas cosas pueden explicarse de esta anécdota, pero sobre todo, que nada hay nuevo bajo el sol, porque desleales siempre han existido y de ellos habrá que cuidarse.

4 comentarios:

Adolfo Braüchi Mesina dijo...

Jaime, has tocado un tema apasionante como sensible en el mundo del poder.
Todos quienes hemos husmeado ese mundo desde alguna rendija, sabemos como se manejan códigos que dan resultados sorprendentes para quienes está fuera de ese circuito.
Si se suma que al mundo de la política se incorporan Empresarios con sus prepotencias, sin límites de pudores para lograr sus objetivos, tenemos entonces el resultado de tu análisis.

A 17 años del puntapié a pinochet, nos ha costado mucho recuperar la verdadera forma de hacer la Política. Desde los ideales que encanten a jóvenes que deben reemplazar a aquellos "que hace tiempo que viene golpeando equivocadamente".
Entre deslealtades, pragmatismo y otras yerbas, se ha escrito nuestra historia y algunos, en los últimos 20 años, hasta han llegado al Palacio de Toesca.

Anónimo dijo...

Viejo, de acuerdo totalmente. Ya lo dijo otro Jaime (también grande) cuando planteó el año 1970 que el riesgo de partidos grandes como el PDC (hoy aplicable a la concertación) era que por efecto del poder que se ejerce pasara de ser un partido de revolución en el poder a un partido de administración del poder.
Jaime castillo, lo describe en los años 70 con una precisión de cirujano (o de penalista si prefieres) y plenamente aplicable a la concertación.
El poder por el poder.
Pablo Hales

Anónimo dijo...

Lealtad

Virtud noble y lejana, lejana en los tiempos cuando los hombres y mujeres, eran justos, nobles, sinceros, fieles, francos. Cuando lo legal era desconocido y primaba el más fuerte, en esa época o se era fiel al amo o se moría. En el momento en que el hombre uso la información y cada uno de nosotros de alguna forma nos empapamos con ésta, en ese momento apareció como resultado la deslealtad, producto de la natural competencia y que paulatinamente forjó una inquietud de desapego.
Por ver un caso en Chile , con la llegada de los españoles, los mapuches aprendieron el uso del caballo. Lautaro siendo un mocetón de Valdivia logra por medio de una sumisa lealtad y semicautiverio, obtener información y conocimientos de estrategias modernas de guerra, para luego emplearlas en beneficio de su pueblo y de él. Aquí tenemos un simple ejemplo de deslealtad manifiesta, con el fin de un empleo político - estratégico- bélico , Lautaro pudo desprenderse de sus amos, para aprovechar las oportunidades, en un objetivo de guerra contra el invasor.
La mitología griega aporta un mito muy decidor “ El mito de Dédalo “, nos habla de las veces que este artista fue desleal y nos guía a pensar lo difícil que es cambiar, para aquel que acostumbra a traicionar y a mentir, a no ser que adquiera conciencia de sus actos. Tan bien este mito nos habla de la competencia, cuando Dédalo mata a Talos.
Los militares por ejemplo, - muchos - , el personal de suboficiales por ejemplo, hasta hace varios años atrás , no diferenciaba , lealtad de encubrimiento, lo que produjo un sin número de delitos y que estos se mantuvieran en un completo hermetismo. Muchos suboficiales confiados en que eran bien valorados, cumplieron misiones, que sus mandos hoy desconocen haber sido ellos quienes incentivaron su ejecución u ordenaron las mismos.
Con estos simples ejemplos quiero establecer la causal que incide en las deslealtades – la competencia - , esta necesidad natural de conseguir ser el mejor , el primero, tener el poder, viene en la carga genética, de 6.000.000 de espermatozoides que corren ágiles por los conductos sexuales una vez efectuado el impulso emisor ,- ya muy próximo al objetivo -, llegará el más fuerte, el más capaz a invadir el óvulo fértil. Eso es un gran indicativo , nos lleva a pensar que sería natural lo que impulsa a todo ser, a conseguir sus triunfos, sus metas, salvando obtáculos , ser , poder..
Una vez hecho humano, el ser debe incorporarse a la sociedad y aquí la cosa es distinta, sale enfrentando dos posibilidades o la teta izquierda o la derecha, es muy raro que una madre tenga más tetas. Bueno de muy temprana edad comienza amamantar, lo que significa que durante muchos años seguirá en este ejercicio, más adulto lo hará en la teta que de más leche. Con una inteligencia emocional acorde a las oportunidades y exigencias del ambiente donde se desarrolla, podrá el individuo elegir donde y cuando estrujar la teta que hoy tiene ante sus manos.
En lo que se refiere a la competencia, podemos establecer claramente que en Chile durante estos últimos años ha sido tan bien explotada por la mayoría de los políticos, algunos empresarios y los mismos ejecutivos, que de alguna forma concentran el poder político y económico en un solo paquete, resultando un sistema compacto donde se desarrollan las más interesantes operaciones económicas, útiles para quienes de alguna forma las han diseñado. En este caso no podemos dejar de expresar nuestro reconocimiento a tan distinguidos parlamentarios y gobernantes, ya sea en forma voluntaria o no, participan de este poder, y que han sido totalmente desleales con quienes los eligen. Si no fuera por las constantes campañas de operaciones psicológicas que desarrollan los diferentes sectores políticos , de gobierno y oposición, la mayoría de los Chilenos , se darían cuenta de la inteligente estrategia de concentración de poder, que se observa al analizar imparcialmente la inteligencia competitiva económica , desarrollada por oligopolios empresariales, como lo deja ver Felipe Lamarca.
Muchos chilenos bebiéramos sentirnos traicionado , por una serie de factores que siendo presentados de una forma atrayente hace unos 15 años , hoy son positivos sólo para quienes de alguna forma, se reparten el poder.

Anónimo dijo...

Hola Jaime



Ser leal en todos los aspectos de la vida es muy difícil, personalmente, pienso que esta palabra no se conoce ni se practica en la política, ahora si nos aplicáramos a llevar la lealtad tan fielmente, se hubiesen evitados un millón de injusticias en este país, en resumen, queda mas que demostrado que en general esto no se practica, ahora me pregunto para la que la practicamos, si vale la pena aplicarla tan rigurosamente en todo aspecto si no es reciproco, no crees que sería conveniente que a veces fuésemos un poco flexibles en algunos detalles y permitirnos algunos regalitos sin da?ar a nadie en la vida?.......

Un abrazo

Jacqueline