domingo, abril 12, 2015

HA MUERTO PAULA DURÁN



Hemos dicho muchas veces que la muerte importa más a los quedan que a quien parte. Y es así, porque quien muere va a otra dimensión, mientras su cuerpo queda en la tierra convertido en “restos”, pero nosotros, los que seguimos vivos, lamentaremos su ausencia en la cotidianeidad. Y hay veces que da, además de pena por el vacío que nos deja, mucha rabia. Y yo he golpeado la mesa, diciendo “por qué c…” se nos murió Paula Durán.


Se nos murió.
Porque ella era parte de nuestras vidas. Apareció una tarde por Syncronía y no se fue hasta que la muerte la distanció. Alcanzó a hacer clases hasta los últimos días de noviembre y luego vino la sonrisa triste, las palabras de ánimo que ella nos daba, la confianza. Y en los últimos días su pena profunda por no haber podido hacer más y, de a poco, se fue preparando para “dormir”, para distanciarse de nosotros, dándonos tiempo para adaptarnos a este funeral de 12 de abril y saber que ya no le tendremos por estos rumbos.
Paula era, por sobre todo, vitalidad. Sí, tal como suena y se lee: vida misma, fuerza, energía, génesis de ideas, de proyectos, afecto, abrazos. Llegaba con su sonrisa, sus bromas, sus comentarios profundos y sarcásticos a la vez, saluda antes de sus sesiones, de sus clases. Agradecía lo que recibía y daba más de lo que se le pedía.
Siempre tenía un proyecto nuevo, una sugerencia de cómo hacer mejor las cosas, una anécdota cariñosa que contar. Entretenida, alegre, sólida intelectualmente. Gran profesora, nunca se repetía, sino que entregaba a sus alumnos lo más reciente de sus investigaciones, de sus lecturas, de sus aprendizajes en conversaciones. Junguiana, filosofaba, creaba, siguiendo las aguas de aquel maestro, con el don de escribir y hablar claro, traduciendo los mensajes a veces difíciles de aquél y de otros autores.
Muchos de sus alumnos y alumnas me agradecieron que ella haya sido su profesora. Y yo le agradecía a ella que nos diera su tiempo, nos colaborara con un trabajo profesional serio.
Su carta era la Rueda de la Fortuna. De las tareas que tenía, una la cumplió a cabalidad: contribuir al mundo que la rodeaba sin reclamar para sí reconocimiento alguno. Otra le costó, pero al final consiguió entender que debía dejar de controlar y entregarse a lo que él destino le deparaba.
Cariñosa, expresiva, alegre, esforzada, profunda. Vital, sobre todo vital.
Por eso cuando nos contó de su cáncer quedamos paralizados. Quisimos creer, con ella, que se recuperaría. Era una ilusión, pues la enfermedad se presentó en una de sus peores formas. Todo sería rápido. Y doloroso. Para ella en su cuerpo, para nosotros en el alma.
Cuando ya faltaba poco (todos lo sabíamos, aunque no lo dijéramos) le pregunté si quería ayuda. “Estoy bien, me dijo, en paz con todos. Nadie me debe y a nadie debo”.
Y yo salí golpeado, porque sabía que muchos le debíamos más agradecimientos, más cariño, más cercanía, más reconocimientos. Pero ella no pedía más que lo que en justicia mínima le correspondía.
Siento que el único homenaje que podemos rendir a Paula es seguir trabajando, tratando de hacerlo como ella: con ganas, con amor, con alegría, con profundidad y rigor, con dedicación y acuciosidad. No mezquinemos abrazos y afectos, no olvidemos mirar a los otros con amor, con dedicación, con voluntad de entregar y de recibir, con la conciencia despierta.
Así será nuestro homenaje a Paula Durán.


viernes, abril 10, 2015

LOS HIJOS DEL CÉSAR



¡Son tantas las cosas que dan vuelta por la cabeza y el corazón cuando arrecia la corrupción en el mundo político! Pero, hay un momento en el cual hay que ser capaz de analizar y comprender en el contexto debido lo que está sucediendo. El Servicio de Impuestos Internos, debidamente alertado por funcionarios y por personas vinculadas a ciertas empresas, investiga un fraude tributario, que consiste en que la empresa aumenta artificialmente sus gastos con facturas o boletas por servicios que no han sido prestados. Pero, la empresa ha sacado esos dineros de sus arcas y han ido a parar a personas que están vinculadas con el quehacer político. Preguntada la empresa, ésta entrega información detallada diciendo que esos servicios efectivamente no se prestaron y que el dinero entregado era para financiar las actividades de esos políticos, ya fuera para sus campañas o simplemente para contribuir al enriquecimiento de esos políticos o sus familiares.
Eso es lo judicial. Por eso hay querellas y acciones ante la Fiscalía y los Tribunales.
Pero tras esto hay una cuestión política y ética, que desde el punto de vista de la democracia y de las organizaciones políticas, merece un pronunciamiento.
Veamos al político. Caso uno, recibe dinero para el financiamiento de su campaña. Ese aporte puede ser legal y secreto, espontáneo de la empresa en cuestión. Hay políticos que han dicho públicamente que ninguna empresa da si acaso no se le pide, lo cual deja el secreto en algo falso. Entonces el político va a pedir a una empresa y luego le aparece un aporte “anónimo” en el Servicio Electoral. Puede ser legal, pero no huele bien. ¿Por qué una empresa dona a un político? Es evidente que a primera razón es porque ese político tiene posiciones que son coincidentes con los intereses empresariales. La segunda es que después del aporte se espera que el político apoye los intereses de la empresa. Ahora bien, el político no está obligado a recibir el dinero, menos aun cuando el Partido al que pertenece – como es el caso de la Democracia Cristiana – ha acordado en su órgano supremo el rechazo al financiamiento empresarial de las campañas. Cada político que recibió ese dinero se expone a las presiones que después pueden venir sobre él (o ella) y en el caso de los de la DC se pone fuera de la disciplina partidaria. Es un acto legal, pero ilegítimo e indisciplinado. Es un acto que merece reproche político y ético y por lo menos lo pone en pie de sospecha. Yo, como militante DC, esperaría que todos los militantes que recibieron dinero de empresas para sus campañas sean sancionados por evidente acto de desacato al Congreso del Partido. Pero, ese aporte puede ser ilegal, es decir, hecho fuera de los procedimientos que permite la ley. En ese caso se está cometiendo una grave falta y probablemente un delito. Pero sobre todo se está cometiendo una grave falta ética al usar mecanismos fraudulentos para obtener dineros que no le corresponden. Con ello aumenta su grado de dependencia o compromiso con quien le da ese dinero, lo que evidentemente corrompe el carácter democrático de su mandato. Cualquiera que sea el Partido, lo menos que se puede esperar es que esa persona sea sancionada por los tribunales propios de su organización por grave falta a la ética, aunque no sea condenado por los tribunales. Porque alguien puede ser absuelto judicialmente por muchas razones, pero eso no borra la conducta ni su carácter de falta ética. En el caso de la Democracia Cristiano, por sus principios y tradiciones, yo esperaría que ese político fuera condenado severamente por el Tribunal partidario. Es decir, puede que el político no haya emitido boleta ni factura, pero sus allegados lo hicieron. Puede que en el PPD – partido nuevo, sin doctrina - se queden tranquilos con que el empleado de su senador por Santiago haya sido condenado, no tomándose medida alguna respecto del senador que se benefició con esas conductas, ni siquiera un reproche verbal, pero eso no puede pasar en un Partido con doctrina, con ética, con tradiciones arraigadas, con una trayectoria histórica de honestidad.
El argumento dado por algunos políticos, más en privado que en público, en el sentido de que si no se usan esos procedimientos quedaría en desventaja frente a sus rivales, no resiste análisis. Lo que se está justificando es una “carrera” delictual o inmoral. La necesidad de limpiar la política exige trabajar con la verdad y sin acciones fraudulentas aun a riesgo de perder.
Caso dos: un político o sus parientes reciben financiamiento por trabajos que no se han realizado. Eso es trabajar con la mentira y obtener dineros que se mantendrán ocultos, sin más finalidad que financiar al dirigente. Busquemos la figura legal que se quiera, pero situados en la ética y la política eso no es correcto. Al menos puedo decir que no lo es para los que creemos en la limpieza de la acción de los políticos como requisito de la democracia. Es evidente que lo persigue el donante es asegurar que ese político actuará – en el gobierno, en el Congreso o en otro espacio de decisiones o difusión – de acuerdo con los intereses de la empresa. Se establece una dependencia que distorsiona el sistema. Los votantes de la DC por ejemplo creen que el político hará ciertas cosas, pero no sabe que cuando se enfrente a los intereses de sus donantes y financistas, hará algo distinto de lo proclamado.
Imaginemos que el trabajo se realizó. Cuando los hijos o hijas, la cónyuge, la pareja, los parientes cercanos de un político se ven favorecidos con decisiones de una empresa, es inevitable que el dirigente se sienta presionado y, por lo tanto, si quiere seguir siendo dirigente, al menos debe trasparentar los hechos voluntariamente y sin que sea requerido para eso y abstenerse de tomar decisiones que se relacionen con esos intereses. El dirigente, favorecidos sus relacionados con decisiones “exageradas” (informes no necesarios, funciones sobre pagadas, encargos que exceden las competencias del que recibirá el dinero) debe ser capaz de hacerse un lado de los puestos más altos o de situaciones en las que debe tomar decisiones de trascendencia. Es lo menos que se puede esperar. Y si no lo hace, como no lo han hecho muchos de ellos, deben ser sancionados por las institucionalidades de sus partidos. Al menos es lo que se esperaría en la Democracia Cristiana.
Es curioso que haya personas que siendo muy jóvenes reciban el privilegio de tener cargos de confianza política en el gobierno, sin ser militantes ni políticos, sin tener grandes competencias para esos cargos ni la experiencia suficiente y paralelamente tengan una o más empresas que hacen trabajos ajenos a su competencia para terceros que negocian con el Estado. Y la actividad de su empresa se limita a unas pocas boletas para una misma contraparte. Más curioso es que el que paga diga que no tiene respaldo, que nunca le entregaron el informe encargado o que no era algo que necesitara. Y que el Servicio de Impuestos Internos lo considere suficiente para iniciar una acción en contra de todos los involucrados.
Es curioso que SOQUIMICH, por ejemplo, haya necesitado tantos informes comunicacionales. Todo es raro. Y lo más raro es que el Tribunal Supremo de la DC diga que no tiene competencia, pese a que los estatutos le señalan no sólo competencia apropiada, sino que le ordena proceder de oficio cuando haya hechos públicos que comprometan el prestigio o los intereses del Partido.
Lo que pasa es que algunos dicen ser honrados, pese a que todas las apariencias tienden a sostener lo contrario. Es delicado. Como lo que se exigía a la mujer del César, no sólo ser honrada sino aparecer como tal, sin mantos de dudas sobre ella.
Es cierto que resulta difícil pedir al que ha violado la ética, que lo reconozca y se margine. Pero más allá de llamar a su conciencia, hay que apelar a la conciencia de quienes están cerca de ese militante para que le digan que mientras las cosas no estén claras para todos no debe ejercer sus derechos de militante, cualquiera que éstos sean.
Y si no, los ciudadanos deberán ejercer sus derechos y tomar el toro por las astas.

sábado, abril 04, 2015

LA RELACIÓN POLÍTICA Y NEGOCIOS

Si esa relación es de por sí confusa y tortuosa, mucho peor es cuando se hacen operaciones fraudulentas, engañando, mintiendo, falseando. No todas las boletas y facturas cuestionadas son irregulares, porque en algunos casos se prestaron los servicios. Pero aun en ese caso cabe la pregunta: ¿Es lícito servir a una empresa que negocia con el Estado siendo pariente cercano de personeros importantes y además siendo funcionario de confianza del gobierno? Hay muchas dudas, sobre todo porque se generan ciertas espúreas dependencias o relaciones poco claras entre los dirigentes y los empresarios que tienen grandes intereses. Hay que evitar que se busquen acuerdos como el que se hizo hace 15 años, cuando se oficializó el aporte de las empresas y, por lo tanto, las presiones sobre los que toman decisiones.
Transcribo la declaración que hicimos los que fuimos candidatos de la lista 3 en la DC, encabezados por Ricardo Hormazábal.


DECLARACIÓN PÚBLICA
Ante los acontecimientos y denuncias recientemente divulgados que tienen relación con la intervención ilegal e indebida de empresas y personas naturales en el financiamiento de actividades políticas, declaramos:
1.- Varios  militantes de la Democracia Cristiana aparecen directa o indirectamente vinculados con la emisión de facturas y boletas ideológicamente falsas u otras acciones eventualmente dolosas o reñidas con la ética. Entre ellas, se encuentra la camarada Clara Bensan, que integró nuestra lista en la reciente elección y que negó en las  numerosas reuniones realizadas tener alguna  vinculación con esos hechos tan repudiables. En igual sentido se expresó el Senador Jorge Pizarro cuando el tema fue abordado con él por nuestro candidato a Presidente.  Expresamos nuestra sorpresa  y molestia al conocer publicaciones que  los involucran directa o indirectamente en estas acciones que se denuncian.  
2.- La presunción de inocencia es un principio esencial en el funcionamiento de un sistema jurídico, pero las acciones reñidas con la ética son aún más condenables, por lo que  los partidos no podemos considerar como aceptables que los militantes o terceros relacionados con su consentimiento, puedan prestar servicios a empresas que pretenden ejercer influencia política indebida, ya sea con los recursos propios o de los trabajadores chilenos, y menos aun cuando esas acciones conducen a defraudar al Estado de Chile.
3.- Aunque corresponderá a los tribunales de justicia resolver sobre las responsabilidades penales y tributarias, los hechos conllevan una responsabilidad ética y política de la que ningún militante está eximido. Nos duele que aparezcan involucradas personas a quienes les tenemos afecto, pero los demócrata cristianos debemos, en aras de nuestra doctrina y tradición, ser exigentes en esta línea y no podemos repetir las conductas de la UDI u otros partidos que tratan de quitarle importancia a temas como éstos.
4.- Rechazamos de antemano y categóricamente cualquier intento de cerrar estas investigaciones cubriendo con un manto de impunidad acciones que desvirtúan la democracia y afectan los intereses del Estado y del pueblo chileno.
5.- Siendo hechos de la más alta gravedad y que vulneran seriamente la ética, exigimos de todos los militantes de la Democracia Cristiana que aparezcan  o estén involucrados en ellos que suspendan voluntariamente,  y desde ahora,  el ejercicio de sus derechos militantes y entreguen al Tribunal Supremo del Partido y a las autoridades encargadas de investigar, todos los antecedentes que obren en su poder.
6.- El día lunes presentaremos al Tribunal Supremo de la DC una petición para que abra una investigación para establecer la vinculación que, directamente o a través de terceros relacionados pudiesen tener algunos de nuestros militantes con los hechos a que nos hemos referido . Pediremos que se tomen las medidas de resguardo suficientes para los militantes, de cualquier grupo o lista, no puedan asumir o ejercer cargos de responsabilidad mientras su responsabilidad ética no quede resuelta. Desde luego debe suspenderse de inmediato la militancia de todos ellos.
7.- Nuestros camaradas no son los únicos que aparecen involucrados, pero ciertamente antes de alzar la voz para denunciar a otros creemos que cada Partido debe limpiar su propia casa. La democracia política exige verdad, transparencia, credibilidad.
8.- Pedimos a la Presidenta de la República que tome el liderazgo que le corresponde  y realice las acciones políticas y legislativas indispensables  para reformar la Constitución imperante en el sentido de que las personas que resulten condenadas por estos hechos o beneficiadas por las conductas dolosas de otros, no puedan ejercer cargo público alguno y los partidos que se han beneficiado con la elección fraudulenta de diputados y senadores  no tengan derecho de designar a sus reemplazantes  
Chile y su pueblo no se merecen Poderes del estado en los que convivan los políticos decentes con los que han sido actores, cómplices o encubridores de actos que violentan la soberanía popular y la Fe pública.

RICARDO HORMAZÁBAL
JAIME HALES
MARÍA ANTONIETA ESCOBAR
GLORIA FUENTES
MANUEL TOBAR
HERNÁN ACUÑA
CLAUDIO FLORES
PATRICIO BASSO

Santiago, 3 de abril de 2014