lunes, julio 31, 2006

Lo terrible

Lo terrible de esta matanza de niños, es que hay quienes sienten que todo es posible cuando te sientes un privilegiado de tu dios. Si crees a pie juntillas lo que dice tu libro sagrado, es lícito matar a los niños de tu enemigo para que acepte su derrota, como pasó enb Egipto según el relato bíblico. Y también tu dios te dice que él va a endurecer el corazón de tu enemigo para que así se demuestre su mayor gloria con tu victoria en su nombre.
Entonces no hay excusas ni arrepentimientos.
Lo que se necesita es una nueva luz que haga sentir que no hay privilegiados de dios alguno, sino que todos los seres humanos merecen respeto. Y bajar las armas es necesario para todos los que las empuñan.
Me duele el corazón, el alma, las piernas, al ver todo esto y me pregunto si es el precio de esta humanidad por tratar de entender su propio destino.
Y miro mi Ñuñoa y veo que la depredan para enriquecerse.
Me digo: por lo menos aquí no muere nadie.
Todavía.

miércoles, julio 19, 2006

Ay Paz

Me escribe Paz: ¡cuánta falta hace tu nombre en los ánimos!
En Chile, en Palestina, en Asia, entre los políticos, entre los ñuñoínos. Paz, Paz activa, creadora, transformadora.
Me duele lo que pasa en Palestina y en el Líbano. Nada justifica la guerra, pero mucho menos este desenfadado bombardeo y la muerte de cientos de personas para liberar a dos soldados prisioneros. Si siempre la violencia es atroz, peor es cuando es desproporcionada a la causa.
Me duele el estado de ánimo de quienes ven en todo una trampa o una agresión. Me duele ver que los concejales y el alcalde se alteren con determinados temas, como si se les tocara la honra.
A veces me desanima, pero trato de recordar que para eso estamos: para vivir con la realidad, no porque nos guste, sino porque hay que transformarla. No me gusta la frase de Serrat, pero la tengo en mi escritorio para saber que hay veces que es posible cambiar el mundo: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”

lunes, julio 17, 2006

ANSIEDAD

Me escribe mi amigo Eduardo Acevedo. Transcribo sus palabras y me preparo para retomar mis comentarios.
J
Estoy preocupado a partir de hoy. Hay un síntoma que estoy observando de este gobierno que no es menor, más grave que eso, es mayor. Percibo ansiedad en su grado preliminar; es decir, un permanente estado de “expectación aprensiva”, que está asociada a preocupaciones excesivas en donde resulta difícil controlar este estado.

¿Será que el enmarcarse en 4 años los ha llevado a esto? De ser así, quiere decir que las expectativas y la cantidad de proyectos que este gobierno desea cumplir exceden a su posibilidad real de lograrlos. Aún cuando en la campaña se dijo que no se hacían promesas. Pero es indiscutible que quien aspira dirigir los destinos de un país sí tiene promesas, al menos íntimamente o, simplemente, no confesadas públicamente.

¿Será que es el primer gobierno de una presidente mujer? De ser así, le encuentro toda la razón, más aún cuando su antecesor hizo un buen gobierno y se fue excelentemente evaluado por el país y muy reconocido mundialmente. Pero es al mismo tiempo el desafío más potente que una persona pueda tener para potenciar al máximo sus potencialidades a partir de su experiencia. Trayectoria tiene y apoyo también.

¿Será que su visión es ambiciosa que bordea lo irrealizable? De ser así, es fácilmente solucionable; basta jerarquizar pensando en lo que es importante, no lo urgente, y darle un buen plan de acción al programa y usar bien los recursos disponibles.

¿Será que no ha sabido elegir a su equipo? De ser así, estaríamos reconociendo que este es el punto clave que conduce a la ansiedad. Cuando se quiere administrar un cambio complejo, que es necesario para emprender las acciones que este país requiere en esta etapa de su desarrollo, se plantea que se deben conjugar alineadamente cinco dimensiones claves: una visión clara, destrezas y habilidades, incentivos que vayan retroalimentando la confianza, recursos (materiales, económicos y humanos) y un buen plan de acción.

Si no hay una visión clara (estando presente todos las demás dimensiones) el resultado probable es la confusión. Si no hay incentivos reforzantes (estando presente todos las demás dimensiones) el resultado probable es obtener cambios graduales. Si no hay recursos (estando presente todos las demás dimensiones) el resultado probable es la frustración. Si no hay un plan de acción (estando presente todos las demás dimensiones) el resultado probable son las partidas falsas (ensayo y error) y….. si no hay destrezas (estando presente todos las demás dimensiones) el resultado probable es la ansiedad.

¿Será eso lo que está pasando?¿Falta de destrezas o habilidades tanto de las personas como del equipo? En buen chileno, ¿están los que deben estar?... o ¿el equipo no funciona hábilmente; es decir, como equipo? De ser así, esto le resta destreza… consecuentemente, potencia la ansiedad, que es un pésimo síntoma para realizar las cosas con el ritmo, precisión, acierto, bien orientado en los logros importantes, centrado en las reales necesidades de este país. Me temo que el equipo tiene un fuerte desbalance en términos del manejo de sus propias influencias, seguro que unos tienen más poder para influir sobre otros, y, seguro también, que son más asertivos que otros y, seguro, que las sensibilidades sociales son muy dispares. También agrego, que el modelo económico los tiene “atrapados” por quienes son los más influyentes al interior de ellos mismos.

Ansiedad es falta de destrezas, carencia de habilidades que, en equipo, se echan de menos. Conste, que no he nombrado la palabra “inteligencia”. No dudo de ello, pero sí afirmo que es insuficiente.

Igual mantengo mi esperanza de corregir; esa esperanza que he tenido toda mi vida y que siempre he depositado en quienes me representen, con ideas libertarias, humanistas, integradoras, sociales, por quienes menos tienen y más necesitan.
Eduardo Acevedo Daza
Socio LEAD Consultores Ltda.