LEILA GEBRIM PUBLICÓ EN www.lanacion.cl DEL 21 DE MARZO.
Todo empieza cuando leo a la brillante Leila en LA NACION.CL, que se mete donde no sabe y confunde. El fútbol es para hacer goles, de acuerdo y por eso los grandes tratan de hacer más goles y no sólo ganar estrechamente. Los peores tiempos de Argentina o Brasil, aun ganando campeonatos, fueron cuando renunciaron a la belleza y buscaron eficacia solamente ganando por un gol. Belleza y eficacia es la combinación perfecta. Eso lo ha logrado Brasil. Y eso sirve para todo orden de cosas. Conforme.
Y en un salto de trapecio declara su indignación contra los que vapulearon de palabra a Sánchez, jugador de River Plate, equipo de argentino, cuando vino a jugar con un equipo chileno. El fútbol tiene hinchas así en todo el mundo y todos los equipos. Partido a partido se puede apreciar cómo los hinchas de un equipo insultan a todos los del otro y al árbitro por si acaso. Y hasta a los entrenadores. ¿O no recuerda cuando los de la U vapulearon al entrenador de la selección chilena por ser de Colo Colo (Jozic)? Y eso es parte de los derechos del hincha. Cuando insultaron a Sánchez no fue más que la pasional y esperable reacción de hinchas contra uno de los notables del otro equipo, que en los instantes en que dura el partido es su peor enemigo.
Los hinchas tenemos ese derecho a la expresión de nuestras más bajas pasiones, para luego abrazarnos en el bar o en restorán mientras recordamos las jugadas o los cobros errados del árbitro. Lo grave es cuando entre los hinchas se cuelan malandrines que lo que quieren es manifestar una violencia que excede el fútbol y cometen tropelías que llegan hasta el delito. Y eso no es atribuible al fútbol, sino a los problemas de la sociedad que no tiene canales de expresión para muchas demandas justas y legítimas. Y eso no se vio entre los hinchas de la UC y sí es conducta habitual entre los de otros equipos llamados grandes, tanto de Chile como de Argentina.
Leila dice: “Es vergonzoso que un excelente futbolista chileno sea tratado así por su propio pueblo. Dudo que le den ganas de representar a su país.” Eso es no entender el tema, porque si un futbolista es tratado así por los de otro equipo, ello no impedirá que sea apoyado y aplaudido cuando ocupe un lugar de privilegio entre los seleccionados. Como sucedió con todos los grandes: Toro, Caszely, Soto, Alvarez, Hisis, Rivas y tantos otros de Colo Colo; Sánchez, Campos, Salas, Castañeda y tantos otros de la U; Fouilloux, Tobar y ahora Medel, que parecían ser odiados por los hinchas de otros clubes.
No es cierto que cada vez que alguien destaca en el extranjero los chilenos “lo elevan al cielo y después lo único que quieren es verlo caer”. Tal vez tenemos el realismo que la prensa no tiene, cuando convierte en personajes y califica como grandes exitosos, a los que solo han tenido victorias parciales u ocasionales. Pinilla puede ser un buen ejemplo. Y muchos otros. Pero el hincha chileno vibra, semana a semana, con los éxitos de los llamados Magos, de Pizarro que nos abandona y aun así lo queremos, de los de la segunda y la tercera del fútbol italiano, de los del fútbol español, de los que triunfan por todos lados, incluidos Bélgica. Turquía y los países del oriente cercano. Y de otros deportistas: ¿No ha sido un héroe Eliseo, aunque gano casi nada? ¿Y Ríos, pese a lo pesado que era o es? ¿Y no sufrimos con las derrotas de nuestros tenistas de todos los niveles y si ganan un challenger perdido los convertimos en gigantes?
No confundamos la libertad de opinar y en el entusiasmo de los hinchas con lo que dice Leila: “Es como si no pudiéramos tolerar que le vaya bien a alguien sin sentir que hay que buscarle la hilacha. Es penoso.” Si a mí no me gusta la ópera, no me pidan que me lo pase hablando de los cantantes chilenos que triunfan fuera. Si no me gustan todos los libros de un escritor, no soy contrario a sus éxitos. No puede gustarnos todo.
Los hinchas de la UC no actuaron “contra un joven deportista exitoso” sino contra un jugador del equipo contrario que, por si fuera poco dijo que venía a ganarnos y nos ganaron.
¿O Marcelo Salas es un antipatriota o un enemigo de los jóvenes valores del pueblo chileno porque dijo que prefería que ganara River y que la UC perdiera? Y luego agregó que le daba lo mismo si ganaba Boca Juniors de Argentina o Colo Colo y sus jóvenes valores.
No pues, no.
De verdad no me atrevería a calificar a la actual generación de futbolistas como una generación brillante. Siempre ha habido buenos y malos. Lo que pasa es que ahora el fútbol chileno ha llegado a los peores niveles y su campeonato es de lo peor del continente. Siendo así las cosas, estos jovencitos destacan. Y eso es muy bueno. Pero Leila reclama que no los hacen jugar y que son sólo reservas. Bueno, Isla en reserva en el Udinense de Italia; Toselli, del mejor arquero que juega en Chile, reconociendo que en general los arqueros maduran tarde y puede ser bueno para él esperar. Recordemos que grandes arqueros juveniles se pasmaron porque los aceleraron (Varas, por ejemplo). Pero Larrondo, Martínez, Medel, Sánchez. Vidal, Medina, el novel Jorquera y muchos otros comparten la titularidad en sus planteles.
Entonces, cuidemos la veracidad de los hechos para sacar conclusiones. Y sobre si se van a jugar fuera, será muy bueno, porque entonces, como Sánchez, Valdivia, Droguett, Lorca, Fernández, Salas, Zamorano, Reinoso y tantos y tantos otros, crecerán como personas y como deportistas y participarán de las selecciones para, quizás, dar alguna vez a Chile un título internacional a nivel de selecciones. Y no seguir contentos con terceros lugares.
Todo empieza cuando leo a la brillante Leila en LA NACION.CL, que se mete donde no sabe y confunde. El fútbol es para hacer goles, de acuerdo y por eso los grandes tratan de hacer más goles y no sólo ganar estrechamente. Los peores tiempos de Argentina o Brasil, aun ganando campeonatos, fueron cuando renunciaron a la belleza y buscaron eficacia solamente ganando por un gol. Belleza y eficacia es la combinación perfecta. Eso lo ha logrado Brasil. Y eso sirve para todo orden de cosas. Conforme.
Y en un salto de trapecio declara su indignación contra los que vapulearon de palabra a Sánchez, jugador de River Plate, equipo de argentino, cuando vino a jugar con un equipo chileno. El fútbol tiene hinchas así en todo el mundo y todos los equipos. Partido a partido se puede apreciar cómo los hinchas de un equipo insultan a todos los del otro y al árbitro por si acaso. Y hasta a los entrenadores. ¿O no recuerda cuando los de la U vapulearon al entrenador de la selección chilena por ser de Colo Colo (Jozic)? Y eso es parte de los derechos del hincha. Cuando insultaron a Sánchez no fue más que la pasional y esperable reacción de hinchas contra uno de los notables del otro equipo, que en los instantes en que dura el partido es su peor enemigo.
Los hinchas tenemos ese derecho a la expresión de nuestras más bajas pasiones, para luego abrazarnos en el bar o en restorán mientras recordamos las jugadas o los cobros errados del árbitro. Lo grave es cuando entre los hinchas se cuelan malandrines que lo que quieren es manifestar una violencia que excede el fútbol y cometen tropelías que llegan hasta el delito. Y eso no es atribuible al fútbol, sino a los problemas de la sociedad que no tiene canales de expresión para muchas demandas justas y legítimas. Y eso no se vio entre los hinchas de la UC y sí es conducta habitual entre los de otros equipos llamados grandes, tanto de Chile como de Argentina.
Leila dice: “Es vergonzoso que un excelente futbolista chileno sea tratado así por su propio pueblo. Dudo que le den ganas de representar a su país.” Eso es no entender el tema, porque si un futbolista es tratado así por los de otro equipo, ello no impedirá que sea apoyado y aplaudido cuando ocupe un lugar de privilegio entre los seleccionados. Como sucedió con todos los grandes: Toro, Caszely, Soto, Alvarez, Hisis, Rivas y tantos otros de Colo Colo; Sánchez, Campos, Salas, Castañeda y tantos otros de la U; Fouilloux, Tobar y ahora Medel, que parecían ser odiados por los hinchas de otros clubes.
No es cierto que cada vez que alguien destaca en el extranjero los chilenos “lo elevan al cielo y después lo único que quieren es verlo caer”. Tal vez tenemos el realismo que la prensa no tiene, cuando convierte en personajes y califica como grandes exitosos, a los que solo han tenido victorias parciales u ocasionales. Pinilla puede ser un buen ejemplo. Y muchos otros. Pero el hincha chileno vibra, semana a semana, con los éxitos de los llamados Magos, de Pizarro que nos abandona y aun así lo queremos, de los de la segunda y la tercera del fútbol italiano, de los del fútbol español, de los que triunfan por todos lados, incluidos Bélgica. Turquía y los países del oriente cercano. Y de otros deportistas: ¿No ha sido un héroe Eliseo, aunque gano casi nada? ¿Y Ríos, pese a lo pesado que era o es? ¿Y no sufrimos con las derrotas de nuestros tenistas de todos los niveles y si ganan un challenger perdido los convertimos en gigantes?
No confundamos la libertad de opinar y en el entusiasmo de los hinchas con lo que dice Leila: “Es como si no pudiéramos tolerar que le vaya bien a alguien sin sentir que hay que buscarle la hilacha. Es penoso.” Si a mí no me gusta la ópera, no me pidan que me lo pase hablando de los cantantes chilenos que triunfan fuera. Si no me gustan todos los libros de un escritor, no soy contrario a sus éxitos. No puede gustarnos todo.
Los hinchas de la UC no actuaron “contra un joven deportista exitoso” sino contra un jugador del equipo contrario que, por si fuera poco dijo que venía a ganarnos y nos ganaron.
¿O Marcelo Salas es un antipatriota o un enemigo de los jóvenes valores del pueblo chileno porque dijo que prefería que ganara River y que la UC perdiera? Y luego agregó que le daba lo mismo si ganaba Boca Juniors de Argentina o Colo Colo y sus jóvenes valores.
No pues, no.
De verdad no me atrevería a calificar a la actual generación de futbolistas como una generación brillante. Siempre ha habido buenos y malos. Lo que pasa es que ahora el fútbol chileno ha llegado a los peores niveles y su campeonato es de lo peor del continente. Siendo así las cosas, estos jovencitos destacan. Y eso es muy bueno. Pero Leila reclama que no los hacen jugar y que son sólo reservas. Bueno, Isla en reserva en el Udinense de Italia; Toselli, del mejor arquero que juega en Chile, reconociendo que en general los arqueros maduran tarde y puede ser bueno para él esperar. Recordemos que grandes arqueros juveniles se pasmaron porque los aceleraron (Varas, por ejemplo). Pero Larrondo, Martínez, Medel, Sánchez. Vidal, Medina, el novel Jorquera y muchos otros comparten la titularidad en sus planteles.
Entonces, cuidemos la veracidad de los hechos para sacar conclusiones. Y sobre si se van a jugar fuera, será muy bueno, porque entonces, como Sánchez, Valdivia, Droguett, Lorca, Fernández, Salas, Zamorano, Reinoso y tantos y tantos otros, crecerán como personas y como deportistas y participarán de las selecciones para, quizás, dar alguna vez a Chile un título internacional a nivel de selecciones. Y no seguir contentos con terceros lugares.
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