jueves, abril 27, 2006

Los manejos de la imagen

  • Las discusiones sobre el tema de los "presuntos" errores en informes del Servicio Médico Legal han tomado distintos ribetes, muchas de ellas marcadas por factores emocionales en la tonalidad o en el argumento, lo que no las desmerece sino que las dramatiza. Hay cosas que no entendemos - no entiendo, quiero decir - porque no las hemos vivido y es probable que las reacciones que a los ojos del observador pueden parecer exageradas, sean completamente ajustadas a la prolongación de un dolor y un desconcierto. Nadie puede imaginar la intensidad del drama que es para una persona la circunstancia de tener un familiar desaparecido. Y luego reconocer que "aparentemente" está muerto. De ahí en adelante todo es horrible.
  • Veo un programa en el Canal 13, de la iglesia católica, la misma que con otra mano escribía la bella historia de la Vicaría de la Solidaridad y que hoy se centra en condones y temas vulgares. Las periodistas, muy enérgicas, muy categóricas, resuelven denostar lo hecho por los gobiernos de la concertación democrática y sostienen a voz en cuello que el drama de los familiares de los muertos encontrados o presuntamente encontrados en el patio 29 del cementerio general se arrastraría desde 1991 y van dando una secuencia de hechos que no por verdadera es veraz. Porque estas señoritas, probablemente muy jóvenes para haber alzado voces en la época militar, silencian que el drama de estas personas comienza en 1973, cuando una autoridad que aun permanece impune y en silencio, cuando una mano oscura y tenebrosa (como la del símbolo de la DINA) dispuso la detención de personas por el "delito" de ser partidarios del régimen depuesto y luego ordenó o permitió la muerte o justificó la ocultación de hechos y cadáveres. Allí radica la causa de todo esto y no en 1991 con la comisión de verdad y reconciliación. Pero ellas quieren fijar imágenes para exculpar a sus mentores y hacer responsables a quienes han sido ineficientes en su trabajo o errados en sus comportamientos funcionarios, pero que están lejos de ser criminales.
  • Hay quienes se protegen, ocultan verdades, manipulan los hechos, porque quieren ir blanqueando a quienes les dan trabajo y que, al menor descuido, pueden justificar los peores crímenes cuando se ven afectados sus intereses pecuniarios, que es lo único que les importa, segúnse aprecia de sus lealtades con Pinochet, debilitadas no por los homicidios y las torturas, sino por lo del banco Riggs.

martes, abril 25, 2006

Podría ser baladí...

Podría ser un tema baladí, pero no lo es. El uso del lenguaje y del idioma es un asunto importantísimo en las relaciones humanas. Aunque dinámicos, los idiomas tienen pautas de uso y significados para sus palabras, que no pueden ser desvirtuados tan groseramente como se ha visto últimamente, a riesgo de afectar el lenguaje, es decir, la capcidad de entendernos entre todos.
Hablar con siglas, escribir en abreviaturas, no usar las letras que corresponde, mezclar idiomas, perjudica la comunicación. Ello es interesante de observar en grupos específicos que desarrollan sus propios lenguajes y sus particulares estilos, entre otras cosas porque no les interesa ser entendidos por el resto de los hablantes.
Pero, cuando nos encontramos con legisladores, ministros, profesionales de las más altas calificaciones, periodistas, que no saben usar las palabras, no podemos sino escandalizarnos. Que un médico que denuncia a sus colegas del Instituto Médico Legal confunda una vez acertado con asertivo, puede ser; pero que ello se repita majaderamente en una larga conversación radial, denota ignorancia y releva vulgaridad impropia de su formación.
No voy a hacer ninguna cruzada al respecto, pero llamo la atención a mis lectores y amigos para que cada uno ponga atención a sus propios dichos y ayude a quienes pueda para fortalecer posiciones en aras de una comunicación más clara, más asertiva y más acertada, sin perjuicio de que todo pueda ser o no suficientemente certero.

viernes, abril 21, 2006

Un aporte de Wilson Tapia

ME HA PARECIDO INTERESANTE TRANSCRIBIR UN ARTÍCULO DE MI AMIGO EL PERIODISTA WILSON TAPIA, QUE ME HIZO LLEGAR AYER. SU APORTE ES MUY INTELIGENTE, LO COMPARTO CASI EN SU TOTALIDAD Y ME PARECE INTERESANTE QUE MIS AMIGOS PUEDAN CONOCERLO.

¿HIPOCRESÍA, EGOÍSMO, ESTUPIDEZ?
(19.4.06)
Por Wilson Tapia Villalobos

A veces creo que son todas estas cosas juntas. Pero no es una apreciación justa de la realidad. Sólo en contadas oportunidades se superponen los tres atributos que dan el título a esta crónica. Y es cuando uno descubre las acciones por lo burdas. Generalmente, la estupidez es superada por destellos de inteligencia -deslumbrantes, a veces- que llevan consigo la hipocresía y, sobre todo, el egoísmo que acompaña a la avaricia.
Estoy hablando de Chile. De política chilena, de macro y micro política. De políticas públicas y de negocios privados. De iniciativas que afectan a la mayoría de los ciudadanos. Y éstos poco pueden hacer. Casi siempre, ser observadores algo azorados de una realidad que los sobrepasa y, peor aún, que los perjudica abiertamente. Es que no estamos en Francia. Nuestra democracia es más bien chucuta, como diría un venezolano. Es rabona. Ni qué pensar en realizar movilizaciones de tal magnitud que la autoridad se vea obligada a revisar sus decisiones. Finalmente, eso es participar. Hacer sentir la voz en cuestiones que nos incumben.
Definitivamente, no estamos en Francia. No tenemos organizaciones fuertes de representación ciudadana. Ni sindicatos poderosos, ni agrupaciones estudiantiles con capacidad de convocatoria. Sólo partidos políticos que son bolsas de trabajo, para pocos. Por eso, aquí la fórmula del famoso primer contrato funciona no únicamente para los jóvenes. Cualquiera, a cualquier edad, puede estar sujeto al despido “por necesidades de la empresa”. Maravillas de la flexibilización laboral. Y para que hablar de la relación contractual vía boleta de servicios: el trabajador se queda sin vacaciones y sin previsión. Más aún. Debe hacerse todo un esfuerzo para lograr que los mall y otras empresas den permiso a sus trabajadores para votar, por ejemplo. Ni qué decir que respeten feriados. Pero el viernes santo, ¡ah!, no. Eso es otra cosa. Bienvenido sea. Aunque me asalta una duda: ¿Eso es sensibilidad social o beatería? Son dos cosas distintas, me parece. Y frente a todo esto, nadie dice nada. ¿Es hipocresía hacerse los lesos?
En estos días somos testigos de la pugna interna de la mayoría de los partidos nacionales. Se trata de renovar sus directivas. Y vemos cómo se enfrentan sus líderes. Pese a la dureza de los epítetos, son incapaces de exhibir diferencias contundentes. Se escuchan acusaciones cruzadas de falta de democracia interna. El fenómeno ocurre en el Partido Socialista (PS), en la Democracia Cristiana (DC), en el Partido por la Democracia (PPD), en la Unión Demócrata Independiente (UDI), en Renovación Nacional (RN). Desde la izquierda a la derecha. Curiosa sincronía. Sobre todo que los acusadores y sus contradictores, cual más cual menos, han ejercido el poder interno y ayudado a que los partidos sean cómo son. Puro afán de poder. De ese poder mezquino que se identifica no con ideologías políticas o matices ideológicos, sino con la necesidad de acercarse al lugar en que se corta la torta. ¿Eso es hipocresía?
Pero hay más. Resulta vergonzoso que una derecha, carente de prestancia, tenga que disfrazarse de izquierda para mostrarse a la ciudadanía. Es patético ver a los diputados de la UDI reclamando contra la eventual concesión de las calles del centro de Santiago. Si son esos mismos personajes los que iniciaron la privatización de los servicios básicos en Chile. Son ellos los que, durante la dictadura, delinearon el modelo que permitió entregar empresas estatales a privados. Todo vendido a precio vil, por supuesto. Si, ellos fueron los iniciadores, pero las privatizaciones y concesiones continuaron en estos 16 años de gobiernos de la Concertación.
En cuanto a la izquierda, se limita al diagnóstico. Cuando sus líderes son consultados por los caminos a seguir para remediar los males que denuncian, se limitan a decir que hay que organizarse. ¿Detrás de qué proyecto? ¿Para qué son los líderes?
Y seguimos. Se anuncia la solución de los problemas de la movilización pública en la capital. El Transantiago traería luz a un área que siempre fue oscura. Los beneficiados, todos los santiaguinos que ahora podrían dejar su automóvil en la casa. Puro ahorro y baja de tensiones. Pues, no. El Transantiago se transforma, por arte de magia negra, en algo más de lo mismo turbio. ¿Será espejismo o estupidez?
Otro botón. El enigma del asesinato de Eugenio Berríos, el despiadado químico que trabajó para organismos de inteligencia de la dictadura, comienza a esclarecerse. Tres militares uruguayos son extraditados. Un gran avance para las democracias de América del Sur, dicen. ¿Adónde son encarcelados? Pues, en recintos especiales. Dos de ellos en cuarteles de sus colegas chilenos -con los que se coludieron en el pasado para ocultar a Berríos y luego, cuando se transformó en peligroso, asesinarlo- y el otro en la Escuela de Gendarmería. ¿Hipocresía? Y columnas de miles de chilenos salen a las calles para decirles a sus dirigentes que no somos tontos. No, tranquilos, no estamos en Francia.
Un transeúnte camina por una calle céntrica de Santiago. De un edificio nuevo se despende una plancha de mármol y lo golpea en la cabeza. Queda grave. ¿Control ineficiente, estupidez, corrupción, avaricia?
Pascua Lama sigue adelante. Las autoridades medioambientales nacionales hacen declaraciones rimbombantes. Uno sabe que no es cierto lo que dicen. Que no habrá ni decisión, ni menos fuerza, para imponer el interés general sobre la avidez privada. La esperanza radica en que finalmente impere la racionalidad. Que el nuevo gobierno haga lo que no hizo la administración del exitoso Presidente Ricardo Lagos. Que lleve a cabo la promesa de establecer políticas que combinen crecimiento económico con autosustentabilidad medioambiental. Que convenza que eso también es dinero. Es el único argumento que puede convencer en una sociedad donde el derecho de propiedad se encuentra por sobre los derechos humanos. Así está el mundo.

jueves, abril 20, 2006

No entiendo bien

No entiendo bien.
Hace unos días los tribunales le dieron la libertad provisional a un hombre que está siendo procesado por haber creado, mantenido y fomentado una red de pornografía infantil y por haber cometido abusos sexuales con menores.
La ley chilena contempla una cierta penalidad frente a estos delitos, lo que significa que les atribuye gravedad determinada y que luego de que esa pena se cumple, el condenado puede recuperar la libertad. Por otro lado, la legislación vigente establece que procede la libertad provisional si alguien ha estado privado de libertad un tiempo igual o superior a la probable condena, suponiendo que finalmente resulte condenado.
No entiendo entonces la actitud de algunos medios de comunicación y destacados periodistas, que han dado por escandalizar con esta libertad, ya que el procesado reunía los requisitos.
Tampoco comprendo la actitud de señores diputados y otros notables que reclaman y piden que NO SE LE DÉ esa libertad, aunque la ley lo considera justo.
Si queremos vivir en una sociedad democrática hay que respetar la ley, AUNQUE NO NOS GUSTE. Y los primeros en hacerlo deben ser los dirigentes sociales y aquellos que tienen tribuna para decir lo que quieran por sus medios.
¿O pretende el diputado Walker, por nombrar a uno, que sea condenado a cadena perpetua, aunque la ley diga otra cosa? ¿O quiere que se lo elimine de la vida social? Si el delito tiene una pena prevista, una vez cumplida podrá salir en librtad aunque no esté no arrepentido ni rehabilitado. Así son las cosas. El mismo diputado Walker propone marcarlos con un GPS, de tal manera de que no tengan vida privada, pues esa vida privada los puede llevar a cometer delitos. Procedimiento dictatorial, violatorio de los derechos humanos, aberrante, que descnoce la importancia de la libertad y de la intimidad de los seres humanos. ¿Cuál es la idea? ¿Cárcel para siempre? ¿O pena de muerte?
O castración química, como propone el diputado Errázuriz, en una especie de "joyita" intelectual. Es decir, él cree que es un problema de pasiones o de posibilidades. Entonces vamos a las leyes primitivas: al ladrón le cortamos las manos, al lanza los pies, al homicida se le mata, al violador se le castra, al disociador político se le exilia o se le hace desaparecer.
Si los diputados creen que hay una deformación mental, entonces el delicuente debe ser encerrado en un hospital spiquiatrico hasta que se sane. Pero no puede ser conenado.
No entiendo qué quieren estos señores y qué persiguen los medios escandalizando del modo que lo hacen.
Si siguen subiendo las penas no habrá espacio en las cárceles, ni aunque las liciten.
La única posibilidad es reeducar. Y eso no les interesa, tal vez porque no gana espacios en los medios ni tiene espectacularidad alguna.

martes, abril 18, 2006

SEMANA SANTA

La semana que antes era santa, se ha reducido a dos días de reflexión para los muy, pero muy católicos, mientras el resto lo toma como unas vacaciones en las que se deben comer pescados (mariscos no tanto por razones sanitarias).
Para algunos es la oportunidad de reencontrarse con tradiciones y ritos y eso, aunque sea poco para una vida religiosa, puede ser un buen apronte para quien vive de libre pensador. Una de mis hijas resolvió acompañar a su madre al rito de la resurrección y escuchó con atención todo lo que sucedía. Llegó a mi casa y me dijo: Papá, ¿Por qué leen ese texto tan sanguinario? ¿Es que Dios cree que el mal se combate matando a los malos? Se refería al momento en que, luego de que los judíos han cruzado el Mar Rojo, Yahvé hace morir a los egipcios bajo las aguas.
Le di la respuesta. Pero creo que ella no quedó satisfecha. Todos los dioses de todas las religiones, en algún momento favorecen la muerte de los rivales de sus seguidores. Dicho de otro modo, todos los hombres encuentran buenos argumentos religiosos para matar a otros que piensan y viven de distinta manera.
Más o menos argumentos, debo compartir con ella que el dios verdadero es el que ama y no destruye, ni aun a los que quieren destruirlo. Es el dios de la otra mejilla, de la paciencia, de la comprensión. Si ese dios se encarnara en nosotros, un ratito cada día, nos portaríamos mejor y seríamos más felices. Y quizás lograríamos la paz.