Me gustó la trasmisión de mando, su pefección y su impefección, las emociones y los nerviosismos, los símbolos de Frei, Lagos y Bachelet, la presencia de tanta gente significativa. Me dio pena la falta de gente en el entorno del mausoleo (acto fallido) del Congreso, quise decir, y me afectó ver a Lagos no puediendo saludar a su pueblo.
Me sorprendió la similitud del vestido de Bachelet con el uniforme de sus edecanes puestos detrás de la testera. Grandioso el humor de Morales, Evo.
Uffff, empezamos otra vuelta, no tan corta como se dice, pero probablemente demasiado breve para todo lo que hay que hacer.
Me encantaría saber que iniciamos el período con una actitud distinta, todos nosotros.
Tuvimos una comida de curso, los egresado el 72. Faltaron muchos, pero los que estábamos nos sentíamos relajados, como si por fin se estuviera dando el paso en algunas cuestiones a otros que asumirán sus responsabilidades. Nosotros, junto al pueblo, como siempre.
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