Nada más alejado de mítico Narciso que Narciso Irureta. Sencillo, autocrítico, inteligente, responsable, sereno en los momentos duros. Hoy murió. Supe por la radio Cooperativa que estaba muy mal y pensé irlo a ver. A las pocas horas me enteré de su muerte.
Tantas conversaciones, tantas tazas de café y largas caminatas por tribunales y él siempre con una palabra de claridad y energía, una propuesta nueva, una idea inteligente.
Recordaba su infancia sureña y la vergüenza que sentía cuando se veía con zapatos en una escuela de niños sin zapatos. Y se los sacaba. Allí acunó su vocación social.
Cuando fue elegido Presidente de la Democracia Cristiana después de que asumió Allende en la Moneda, mi padre me dijo: éste es unhombre bueno y razonable que conducirá bien al Partido en una hora muy difícil. Y todo eso fue cierto.
En las épocas de la dictadura alguna vez se deprimió, pero pronto se recuperó, salió adelante con su ánimo y se puso en el trabajo clandestino con total entusiasmo. Fue clave en las primeras protestas de 1983 y muy importante en lo que vino despés. No entendí su alianza transitoria con Adolfo - no Hitler - pero la ubiqué en la lista de su amplitud de criterio que llegaba al extremo. Extremo, dije.
Fue la prueba de que todo puede ser demasiado entre los humanos.
Se nos fue, como se fueron mi padre, don Bernardo, Mariano Fernández y uno a uno tantos de nuestros viejos que hacían confiable la a la democracia cristiana. No sé si es una tarea desafiante o una señal de que hay que cerrar la puerta.
Hoy y mañana lloraremos. Pasado mañana, con su recuerdo trabajaremos por Bachelet para ganar.
Buenas noches, Narciso. Hasta otra vuelta.
martes, diciembre 27, 2005
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1 comentario:
bonitas palabras. yo no lo conocí, sino solamente como del estudio de abogados de hernan boselin y ramón briones. Espero que eso sólo ratifique la amplitud de criterio, porque si es por los socios, me parece que le subiste el pelo.
un abrazo,
Pablo Hales
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