Son las 3 y media de la tarde y venimos saliendo de la UDP: mi hija, mi
nieta y yo. La reacción de los amigos, de la prensa, de los periodistas, del
encargado de las cartas de El Mercurio, de mi hijo Pablo y sus amigos, fue tan
extensa e intensa, que la Universidad reaccionó. Laguillotina.cl fue muy dura y
a esa declaración respondió directamente reconociendo los hechos, aunque culpó
a los encargados de la atención.
A Mariana la llamaron a media mañana para disculparse y pedirle que por
favor fuera a hablar con determinada persona que le iba a hacer los trámites de
la matrícula de inmediato. Fuimos los tres y pude constatar la amabilidad y la
eficiencia de la funcionaria. Cuando estábamos terminando llegó la Directora de
Admisión para decirnos que el Rector Carlos Peña quería hablar con nosotros.
Fuimos a su oficina: se disculpó a nombre de la Universidad y nos explicó que
el error era de los que redactaron el manual de instrucciones, pues mantuvieron
información que legalmente ya no corresponde. Agradeció mis cartas, pues
gracias a ellas, me dijo, ellos pudieron reaccionar. Recalcó que para la UDP y
sus políticas de igualdad de género, el hecho resultaba especialmente
bochornoso. Luego dio la bienvenida a Micaela y nos retiramos.
Matriculada mi nieta, corregido el error.
Una reacción oportuna y mis agradecimientos a todos los que hicieron
gestiones, expresaron solidaridad, difundieron los hechos.
Me siento contento, pues así da gusto.
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