lunes, diciembre 17, 2012

Por qué apoyo a Ximena Rincón (2)



Por qué apoyo a Ximena Rincón (2)
Jaime Hales
Salvo algunos diputados que no quieren perder sus posiciones, nadie en la democracia cristiana duda de la necesidad de llevar un candidato a las primarias. Las dos últimas elecciones presidenciales fueron lamentables en este sentido. La de 2005 vio el retiro de la candidata demócrata cristiana pues no veía posibilidades de ganar. Lo que ha dicho Ximena Rincón: las peleas se dan para ganarlas, pero también para dar testimonio, que es una manera diferente de ganar. Los que ganan a corto plazo capitalizan con las urgencias, los que piensan en el mediano plazo, capitalizan con las conciencias. La del 2009 fue una maniobra destinada a imponer nuestro candidato ante el temor de que nuestros votantes se fueran a la derecha, lo que revela que esos dirigentes nunca entendieron que el giro no es hacia ese lado, sino hacia una posición completamente distinta de las izquierdas y derechas tradicionales.
Ahora habrá primarias, a las que probablemente no concurra Enríquez, con lo que quedará claro que eso nunca le ha interesado, sino que lo que persigue es su camino propio. Al estilo Chávez tal vez. Pero antes de eso, los demócrata cristianos y los independientes que están dispuestos a apoyarnos o que se sienten cerca de nuestras ideas elegiremos en una “primaria interna” o “primaria previa” a la persona que irá a ese elección del 30 de junio.
Los que añoran el regreso de Bachelet olvidan que no es bueno repetirse el plato. Para evitar eso, tenemos entre nosotros a otra mujer, Ximena, que tiene claridad en sus propuestas, energía, capacidad de liderazgo, voluntad de trabajo y sobre todo un sueño para los chilenos: que iniciaremos no sólo un nuevo gobierno, sino la marcha de un pueblo entero hacia la construcción de una nueva forma de relacionarnos.
En estas elecciones del 19 de enero lo que deberemos preguntarnos es cuál de estos dos candidatos representa mejor la propuesta que la democracia cristiana tiene que hacerle al país. Entonces la tarea parte por expresar esa propuesta con claridad y confrontarla con las posiciones y la trayectoria de cada uno. A diferencia de su contendor, que postula la continuidad de un sistema con ajustes y correcciones, Ximena plantea ideas que apuntan a cambios importantes en los ámbitos políticos, económicos y sociales.
Por ejemplo – y sólo como ejemplo – Ximena Rincón propone poner límite a la reelección indefinida de concejales, alcaldes, diputados y senadores. Mientras ello no ocurra, ha dicho, tendremos taponeada la chimenea y un clima de caudillismo y muy poca colaboración. Tal es un cambio político mayor, pues que obliga a las organizaciones políticas a formar cuadros capacitados para que la renovación sea real.
Si a eso sumamos la sustitución del sistema binominal por uno de carácter proporcional, será más fácil abrir las puertas para que lleguen distintos grupos sociales a los puestos de poder. Más mujeres, más jóvenes, más representantes de los pueblos originarios, debe ser parte de una estrategia global de apoyos y subsidios. No puedo sino recordar aquellas campañas en que la democracia cristiana tenía como exigencia que en cada provincia (los diputados se elegían por provincias) hubiera a lo menos una mujer y un joven como candidatos.
Ximena Rincón está resuelta a llevar adelante esta idea y por cierto que siendo candidata podrá exigir que sea parte de un programa de gobierno de la agrupación de partidos que la apoye.

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