En los años de la dictadura venían pocos dirigentes políticos y sociales, pero cuando acertaban a llegar por Chile los opositores y la sorganizaciones de defensa de los derechos humanos insistíamos en reunirnos con ellos, ya fuera en estricta privacidad o en público. Cuando existe una dictadura, quienes luchan requieren de todos los espacios para dar a conocer su realidad.
Entonces, si se trata de ir a Cuba, dictadura indudablemente, lo menos que podemos hacer los chilenos que luchamos por la defensa de los derechos humanos es tener una conducta consistente con nuestras propias demandas en el pasado. Es decir, ir a Cuba y no intentar por todos los medios reunirse con los opositores, es a lo menos un grave inconsecuencia.
No podría ir a Cuba a ninguna actividad ni turística y menos aun política y eludir esta obligación ética de luchar de modo irrenunciable por la defensa de los derechos humanos donde sea que estén amagados.
Es grave que la Presidente de la República haya aceptado la limitación que le impone el gobierno de Castro. Primera visita de un Presidente de Chile a Cuba y se olvida toda la lucha por la democracia y los derechos humanos.
Grave, especialmente si el Ministro es Foxley, quien milita en la Democracia Cristiana y fue su presidente, pues con su conducta rechaza uno de los pilares de la doctrina partidaria.
Grave, si se considera que lo único que ha cambiado en Chile con la aplicación de la Constituciòn pinochetista es justamente que ya no se violan lo derechos humanos masiva y sistemáticamente, lo que exige luchar por ese principio esencial.
Grave que el diputado Ortiz haga el viaje ignorando la disposición partidaria de negar la invitación. Su excusa demuestra que no entiende el fondo del problema y que no comprende su función como diputado y dirigente de la democracia cristiana. Tal vez el diputado no entienda bien porque durante la dictadura no estuvo en las luchas por los derechos humanos. Pero, en verdad, eso no es explicación válida y debiera escuchar a los que entienden más que él.
La falta de consecuencia y de solidez es parte de la crisis de la polìtica. Que quienes así actúan se perpetúen en los cargos es manifestación patente de una profunda corrupción ética en el sistema polìtico.
Me agota todo esto.
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2 comentarios:
comparto todo tu razonamiento, una pena que Bachelet caiga en esta inconsecuencia brutal.
a Ortiz lo pasarán al tribunal supremo al menos o Latorre no se atrverá , eso está reservado solo para los colorines?
Jaime:
Si, esta kafkiana visita sirvió para dejar al descubierto muchas cosas que nos muestran como inconsecuentes.Supongo que la visita previa de la señora K,marcó una especie de poco confiable ruta que sedujo a nuestra gobernanta, la que a todas luces, no cuenta en materia de Relaciones Exteriores con la asesoría visionaria e informada que necesitamos. Me temo que como grita la Traviatta:-!Es tarde!.
Conchita.
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