miércoles, junio 21, 2006

La rebelión ciudadana

Son las 9 de la noche y recién ha terminado la audiencia pública que convocó el Concejo Municipal de Ñuñoa, en la cual los vecinos más activos en cuanto a la lucha por evitar la destrucción de la forma de vida de la comuna como consecuencia de las construcciones edificios, pudieron exponer sus puntos de vista. Dejando de lado los exabruptos y las imputaciones algo excesivas en contra del Alcalde, me gustó mucho escuchar las voces de ciudadanos que reclaman por sus derechos, expresan su molestia, sus esperanzas, su ira, sus ideas, sus propuestas.

Todos los vecinos que hablaron manifestaron su petición de que se escuchara a la comunidad: unos con plebiscito, otros con asambleas y unos últimos con mecanismos activos de participación. Víctor Zúñiga, líder de base, demócrata cristiano, abrió los fuegos y fue seguido por muchos que con más o menos vehemencia, expusieron sus posiciones.

Resultado: la rebelión de los vecinos, que corría paralela a la insistencia de los concejales concertacionistas por debatir el tema del Plano Regulador – sin falsa modestia ni vanidad alguna, debo afirmar que fui el primero en plantear la necesidad de suspender los permisos de construcción -, arrojó un exitoso resultado: los ocho concejales se manifestaron de acuerdo en suspender los permisos y reformar el Plano Regulador. Desgraciadamente el alcalde no quiso ceder a vista y presencia de todos y fue muy duro al contestar las críticas, enfrascándose en un debate improductivo en el que reivindicaba sus prerrogativas.

Confío en su racionalidad y que dará curso a lo que es el clamor ciudadano.
Y confío en que la Secretaría Regional Ministerial esta vez se pondrá de parte de los vecinos y no de los empresarios de la construcción.

Nadie se opone a la modernización, pero pedimos que sea hecha con respeto por lo que es Ñuñoa y haya límites sociales y culturales a la avidez comercial.
En la campaña planteaba el tema de la rebelión ciudadana. Los canales de la ley son insuficientes para construir una verdadera democracia. Creo en el pueblo y en la necesidad de escucharlo. Creo en el pueblo ñuñoíno y su claridad de ideas. Creo que el pueblo organizado es el único constructor de la democracia, más allá de las expresiones electorales.

Tengo la impresión de que la marcha ya ha comenzado y aunque el camino sea largo y difícil, llegaremos a la meta.

Duermo contento esta noche.

Mañana habrá que seguir bregando.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, creo que mañana y pasado mañana habrá que seguir bregando; así
son las rebeliones ciudadanas que presenciamos.

Felicitaciones,

Afte.,

Rodolfo Fortunatti

Anónimo dijo...

Yo también soy vecina Nuñoína así que me siento interpretada por tu reflexión.



Patricia Acevedo Silva

Anónimo dijo...

Estoy absolutamente de acuerdo en que debe revisarse el tema; vivo en Suecia en un edificio de 4 pisos a dos cuadras de Irarrazabal y siento que estoy empezando a ahogarme: ya que a mi alrededor en un perímetro de una manzana están construyéndose 5 (CINCO) edificios de altura, uno al lado de otro. ¿Cómo va a circular la brisa que despeja el ambiente?


Maria Cuesta

Anónimo dijo...

¡FELICITACIONES! Y GRACIAS POR ESA LUZ DE ESPERANZA...LA MODERNIZACIÓN NO
PUEDE SIGNIFICAR LA PERDIDA DE HUMANIDAD Y DE MINIMO SENTIDO DE CALIDAD DE
VIDA. UN ABRAZO. MARTA

Anónimo dijo...

Hola me sumo plenamente a la causa, cualquier tipo de manifestación
por favor avisar, para apoyar la causa yo les puedo ofrecer mi pagina
como medio de difusión www.organi-k.cl

saludos y no paren de reclamar por el patrimonio que nos pertenece ¡¡¡¡
Miguel Escudero

Anónimo dijo...

Jaime, aunque no vivo en Ñuñoa, tengo mucha relación con ella, fue la comuna
que me acogió cuando el año 1997 llegué a Santiago, en esta comuna viví dos
años, mis primeros dos años en Santiago, luego de vencer el miedo de venir
desde provincia hacia la capital y para mi, fue una comuna acogedora.
Llegué a vivir al sector de la plaza ñuñoa, fue agradable, entretenido,
distendido, todo un placer.

Hoy vivo en Macul, en la Villa Macul, pero transito todos los días por
Ñuñoa, mi hijo está en el Colegio Suizo y veo como surgen estos monstruosos
edificios en calle José Domingo Cañas, ES HORRIBLE¡¡¡. Tengo una pena
enorme, creo que Ñuñoa es una comuna hermosa, de hecho anhelo volver a
ella,por eso creo que hay que cuidarla , hay que protegerla, no sé de qué
forma se puede apoyar su protección, estoy dispuesta a hacer hasta lo
imposible, porque para mi Ñuñoa representa el regazo, la protección materna,
luego del gran parto que me significó dejar mi querida Antofagasta.

Cariños, Paola Anzaldo.

Emilio dijo...

Excelente Jaime. No afloje. Ñuñoa necesita un crecimiento inteligente, Ud. ha sido electo por quienes sabemos que defenderá los derechos ciudadanos. Bien por la comunidad organizada. Bien por la defensa de nuestros derechos.

Anónimo dijo...

Amigos, cuando se lucha por lo que consideramos justo, nunca nos importará el tiempo que demoremos en vencer. Ánimo y a seguir luchando.
José Farías