La mano siniestra de corte hitleriano (Goebels, más propiamente) inventa panfletos firmados por otros, que no podrán desmentir.
Usando una carta mía a Pablo Vergara - cuando el concejal PPD nos imputó a Castillo y a mí habernos vendido a Sabat a cambio de viajes y prebendas - se elabora un panfleto en cuyo reverso contiene denuestos en contra de la candidata de la Concertación por Ñuñoa Danae Mlynarz y llamados a votar por Pedro Sabat.
Nadie que me conozca puede suponer que esa atrocidad me pertenece.
Estoy fuera de toda contienda electoral en términos personales y no entiendo la naturaleza de la maniobra. Se intenta usar verdades para justificar mentiras, haciendo creer a las personas que yo he cambiado hasta el punto de hacer estas campañas sucias.
No soy de campañas sucias, sino propositivas.
He respetado y respeto los derechos humanos y los seguiré respetando, aun los de quienes me consideran su enemigo, que para mí no lo serán, sino en los términos evangélicos: ¿Qué valor tiene amar a sus amigos? Es preciso amar a los enemigos y ser capaz de perdonarlos.
Pero no por eso voy a negar que me duele que se use mi nombre para atacar a otros o que se pretenda hacerme parecer en una posición distinta de la que claramente he sostenido en mi ya larga vida.
Sólo espero que quienes algún día votaron por mí, no crean en esta maniobra.
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