Hace menos de un mes que ha muerto mi madrina, Amina Dib, hermana de mi madre.
Tres días después partió tía Alba Echeverría de Dib, madre de mis primos de la infancia y la adolescencia.
Ayer se fue Viola Daza, la madre de mi amigo Eduardo Acevedo, figura importante desde los 16 años.
Es cierto, por edad va cercándose el límite para hacernos sentir que estamos en la primera fila. Momento para reflexionar sobre lo que hemos hecho y lo que podemos hacer en el tiempo que nos queda, que no es poco, si Dios lo permite.
miércoles, diciembre 10, 2008
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