viernes, junio 03, 2016

¿BACHELET SIN SALIDA?




Un brevísimo comentario.
Probablemente Michelle Bachelet está mal asesorada, porque ya sabemos que no elige bien a las personas que la rodean. Pero, en el caso del tema de la querella contra la Revista Qué Pasa me parece que no tenía salida en un ambiente político que lo único que quiere es destruirla.
Si hubiese respondido: “No me haré cargo de estas imputaciones. Que digan lo que quiera, pues no me alcanza”, que es lo que yo hubiera hecho de buenas a primeras, la oposición de derecha, de la NM y de todos lados, que son claramente mayoría, se hubiese lanzado en su contra diciendo: “no defiende la dignidad de su cargo” o “por algo no se querella” y la habrían destrozado en los medios.
Si se querella, le dicen todo lo que le dicen.
Pero, si se hubiese detenido un momento a pensar en lo que está detrás, me parece que debió haber invocado la ley de seguridad del Estado, pues claramente hubo una maniobra con ánimo no sólo de injuriar, sino de debilitar su posición como Presidente de la República y Jefe del Estado. Es decir, es un delito que no afecta la honra de la señora Bachelet, sino la del Jefe del Estado y su posición en la sociedad, pues se la hace aparecer como delincuente. Es un intento de afectar la institucionalidad jurídica, parte de la maniobra que ya tantas veces hemos denunciado: ahogar a la Presidente, acorralarla, insinuarle que debe renunciar, imputarle atentados a la libertad. Es el fanatismo de una mirada que lleva a ciertos poderosos a tratar de comparar a Bachelet y su alianza de Gobierno con Maduro en Venezuela, Cristina Fernández de Argentina o el bochorno del PT en Brasil o, peor aun y así lo han dicho, con lo que pasó en Alemania Oriental. Lo han repetido, lo insinúan. Quieren liquidar su ánimo corriendo todo tipo de rumores.
Entonces le digo: Presidenta Bachelet, hiciera lo que hiciera la iban a atacar con furia. Ponga su mano como máxima autoridad del país y asuma con energía la tarea de gobernar. Puede equivocarse, como nos sucede a muchos, pero también sabe rectificar. Tiene un mandato y debe responder a él, aunque sea, como decía don Pato, en la medida de lo posible.
Tengo muchas críticas, pero hay momentos en que debemos mirar con entereza y serenidad para evitar la escalada de palabrería vana que lleva a aventuras que ponen en riesgo el esfuerzo por construir en Chile un sistema democrático de verdad. No perdamos lo avanzado y fortalezcamos la confianza en que es posible seguir en el esfuerzo de hacer de Chile un país mejor para todos.