viernes, marzo 17, 2006

PARA QUE LO COMENTEMOS

Pablo, mi hijo, me escribe con un aporte para este blog. Es su opinión y en algunos aspectos la comparto. En otros, habrá que debatir. Entonces, pensando en que es bueno abrir puertas, transcribo su mensaje para que sea debatido por todos.
Ahí va, como un homenaje a mi nieto que está por nacer en estos días, cuando estoy pronto a cumplir los 58 años.

Los temas calóricos, por Pablo Hales

Siempre que se acerca alguna elección, se habla de los “temas valóricos”, como elementos que podrían definir la postura del electorado. Es más, en la última elección presidencial, lo volvimos a ver.

Esta situación, se basa en una premisa básica, que a mi juicio, o es falsa o es horrorosa. La hipótesis es la siguiente: en pleno siglo XXI y dada la caída de las ideologías y gobiernos socialistas, no existe ya la aguda confrontación en materias económicas y políticas, por lo que prima de manera absoluta el capitalismo en la economía y la democracia liberal, en lo político. Es decir, los candidatos, salvo contadas excepciones, no tienen diferencias relevantes, ni en materias económicas ni políticas. Todos están de acuerdo en que el mercado es el gran regulador, que la salud debe ser administrada por aseguradoras privadas, que la forma de hacer avanzar las obras públicas son las concesiones, etc.

Entonces, se nos presentan a los electores, los temas que si diferencian a los candidatos, los llamados “temas valóricos”; que básicamente son según se colige del tenor de los debates y discusiones públicas, serían las posturas personales que los candidatos exhiben frente al matrimonio entre homosexuales, la píldora del día después, el aborto, “el problema mapuche”, etc.

Me pregunto entonces qué son los valores (advierto que no entraré en reflexiones profundas en este punto). Podríamos decir que los valores, son aquellas ideas, principios o creencias, que hacen que las personas tomemos decisiones y califiquemos algunas conductas o hechos, como malos o buenos. Es decir, son aquellas ideas que nos orientan al actuar.

Con mucho respeto a mis amigos homosexuales (que estoy seguro, son más de los que ellos mismos creen), a los indígenas, a los abortistas y otras minorías, creo que estos temas no interesan a nadie, más que a nivel anecdótico. Son temas de intelectuales, académicos y miembros de esas minorías; pero a la gran mayoría de los chilenos, no nos interesan, al menos no para calificar como temas que definan quien gobierna el país.

Al principio sospeché, no podía creer que se pretendiera definir una elección presidencial, a condición de si el o la candidata era partidario (a) del matrimonio entre homosexuales. Me parece que existen tantos otros temas que si involucran y reflejan los valores de las personas y de los candidatos, asuntos que pueden revelar cual es el verdadero sentir y pensar de los candidatos y autoridades.

Luego de pensarlo más, me di cuenta que no es una casualidad, es a propósito, precisamente porque se trata de asuntos que generan impacto mediático y distraen a los electores de los que a mi juicio son los verdaderos asuntos valóricos.

Así por ejemplo, la discusión en materia de impuestos, no sólo en cuanto a la extensión o tasa que se aplique, sino que la discusión profunda, cuál es el sentido y justificación de cada impuesto, por qué debemos pagarlos, cómo, cuándo y quiénes. Por qué se ha establecido un impuesto al patrimonio de todas las personas (Ley de rentas municipales II- contribuciones) sin distinción de ingresos y por el contrario a los grandes empresarios se les ha eximido de impuestos al patrimonio (Ley de mercados de capitales) y sólo pagan por sus utilidades. ¿no es este un tema valórico pues en definitiva demuestra cuáles son los principios e ideas que inspiran el actuar de cada persona?.

La reforma al sistema judicial por ejemplo, discutir qué clase de poder judicial queremos tener como país, cuáles son las verdaderas necesidades en esta materia y qué se puede se hacer para avanzar. Discutir de cara al país, qué le pasará a un chileno cuando tenga alguna dificultad que deba ser resuelta por un juez. ¿no es este un tema valórico, pues pone de manifiesto qué cree cada cuál del estado de derecho y la democracia?.

La definición de la clase de sistema político queremos tener en Chile. Un sistema presidencial, parlamentario, representativo o no. La incorporación de figuras más democráticas en nuestro ordenamiento, la iniciativa popular de ley, la revocatoria de poder a las autoridades, etc., al menos su discusión. ¿no es este un tema valórico?

Enfrentar de manera honesta y pública, la realidad de los trabajadores en Chile, las facultades los organismos de fiscalización, la forma de actuar de los empleadores y trabajadores, etc. ¿no es este un tema valórico?

Definir cuál será la postura de la sociedad completa, frente al embarazo, la maternidad y la paternidad, la regulación de los fueros maternales, la distribución de la carga en materia de subsidios, los permisos, los efectos de estos en los costos de los seguros de salud, ¿no es este un tema valórico?

El grado de compromiso y relación que pueden tener los políticos con las empresas privadas y públicas, su relación con los negocios que luego deberán regular. ¿no es este un tema valórico?

El rol del Estado y de la sociedad ante la necesidad de viviendas para los más pobres, ¿no es un tema valórico? Pero nuestros líderes prefieren esconderlo, mientras dirigen a través de testaferros empresas inmobiliarias dedicadas al giro “vivienda social” o peor aún, dirigen querellas criminales contra los pobres que protestan por alterar el orden público…..

Un ejemplo final. Hace aproximadamente un año, se votó en la Cámara de Diputados una ley que reforzaba las sanciones a los padres que habiendo sido condenados judicialmente a pagar una pensión de alimentos a sus hijos, incumplieran. Se trata exactamente de un tema valórico, discutir cuáles son las obligaciones que los padres tienen para con sus hijos, pero además y siguiendo la moda imperante se trata de “un problema real de la gente”, tanto por la enorme cantidad de padres deudores (papitos corazón, como se les conoce), como por la afectación que el cumplimiento de tales obligaciones genera en la vida diaria de las personas. La propuesta fue aprobada en la comisión y luego rechazada en la Cámara; nadie supo la razón (en estricto rigor, nadie supo siquiera de la iniciativa, desgraciadamente), pero según confirmó un indignado diputado (hoy senador), había más de 40 diputados que pagaban pensiones de alimentos y no estaban dispuestos a afectar sus intereses personales….

Es tanta la rabia que producen este tipo de abusos de poder, que creo estar comprendiendo porque no caben dentro de los temas valóricos. Dejemos ese concepto para el matrimonio entre homosexuales, el aborto, la píldora del día después y las borracheras de los futbolistas antes de sus partidos…. Estos otros temas, que en realidad importan, son más apasionantes, generan calor en las venas de quienes creemos en algunos valores…. por eso prefiero llamarlos desde ahora en adelante, temas calóricos.

2 comentarios:

Claudia Corazón Feliz dijo...

Buscando talleres literarios encontré tu blog en escritores.cl. Y sólo he leído este post nomás.

Me parece interesante la opinión de tu hijo sobre los "temas calóricos". Pero se enreda mucho para exponer su punto de vista, encuentro yo. Y es refácil la cuestión: los políticos recurren a lo más fácil para tener adherentes. Porque es fácil aprovecharse del pueblo ignorante.

Un gusto.

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo con Pablo... no será todo una consecuencia de un grave problema de educación. No seremos demasiado pasivos los ciudadanos. No habra que crear instancias en que la población promueva o cambie las prioridades legislativas... No será necesario que el pueblo se haga sentir y asuma su responsabilidad.
christian salinas plandiura